Cuando iniciamos un proceso de búsqueda de miembros de Junta Directiva a través de una agencia, un headhunter o un equipo interno de la organización, es importante tener algunas consideraciones al momento de tripular este staff.
- 1. No contar con un proceso robusto de reclutamiento, es decir, dejar esto al azar, improvisarlo. Un proceso de reclutamiento debe evaluar ¿Cuáles son los intereses? ¿Cuáles son las competencias? ¿Cuál es el estilo comportamental? ¿Qué personalidad está trayendo? ¿Qué talentos naturales? ¿Cómo se desenvuelve en los equipos? ¿Qué tan construida es la persona? ¿Cuál es el diferencial que trae?
- 2. Desbalance inapropiado entre la lealtad (confianza) y la competencia (idoneidad) Es fundamental que los propietarios de la empresa familiar tengan confianza, cercanía y desarrollen una intimidad con los miembros de la Junta Directiva. Pero debe haber un debido balance atrayendo a personas que tengan una competencia. A veces nos vamos por el que más fiel es y no necesariamente por el más capaz.
- 3. Miedo a traer diferenciación, personas con pensamiento diferente. Cuando tenemos apertura a la diversidad de pensamiento, cultura, género y generación se pueden hacer cosas maravillosas. Precisamente de eso se trata, que aporten una diferenciación.
- 4. Confundirlo con un rol de asesor, a veces queremos tapar roles de asesores con roles de Juntas Directivas, esto es muy peligroso. Una cosa es un asesor y otra cosa es un miembro de Junta Directiva y confundirlo puede llevar a temas de conflicto de intereses.
- 5. No considerar el entorno empresarial actual y futuro, en algunas ocasiones existen empresas que solicitan un miembro de Junta Directiva, pero actúan como una “empresa hongo” es decir, que no ven que está pasando afuera y no se proyectan hacia el futuro. Es clave considerar que sucede actualmente en el entorno empresarial. No es lo mismo tripular un miembro de Junta Directiva de hace un año que hacerlo en el contexto en el cual se está o cuyos dueños están operando desde otro país. Todo ese entorno empresarial actual y hacia donde se proyecta es importante.
- 6. No tener el contexto legal y regulatorio apropiado, es decir, tripular una Junta Directiva sin un reglamento claro para la Junta Directiva. No tener anclado en el estatuto de la sociedad, ni acuerdo de socios, o no estar considerados los límites de control de decisiones, porque no están regulados en el contexto legal de las mismas empresas, ni en los acuerdos de socios, estatutos, reglamentos, hasta inclusive en la misma política operativa de las empresas.
- 7. No establecer remuneración (dietas) Sobre todo cuando son miembros de la familia.
- Ser miembro de una Junta Directiva es un trabajo y, por lo tanto, deben establecerse remuneraciones (dietas). Pero además también deben establecerse reglas de juego cuando la persona no está desempeñándose, incluso si tiene que dejar de ser director; sobre todo si se puede vincular al protocolo de la empresa y establecer cómo es el despido de un director, miembro de la familia o inclusive accionista, si no está cumpliendo con su deber.
- Como la asamblea, que es el órgano superior, está por encima de la Junta Directiva, puede ejercer su poder a través de una asamblea extraordinaria para remover o destituir a algún miembro con un voto de no confianza, con una mayoría absoluta, a todos los miembros de la Junta Directiva.
- Pero también es importante verlo en el otro lado del espectro, y es que así como podemos colocar activadores en caso de que las cosas no se den, también podemos colocar reconocimientos cuando se den resultados extraordinarios.
- 8. Buscar solo cercanos a la familia empresaria
