¿Qué es lo que sucede con nuestras emociones cuando navegamos en una transición? Es lo que nos vamos a permitir identificar en esta curva del cambio personal.
John Fisher, especialista en psicología empresarial, presentó un modelo muy útil que permite entender las etapas emocionales por las cuáles pasan las personas hasta que logran adaptarse a su nueva realidad.
Que sentimos al perder un empleo
Cuando nos dicen que vamos a perder un empleo o que se va a hacer una reestructuración, detonamos un estado de ansiedad, que es acompañado, en la mayoría de los casos, con una emoción de felicidad efímera
El ser humano es tan increíble que nos lleva a una emoción positiva al inicio de la transición para protegernos de lo que viene y así poder comprar tiempo de preparación emocional.
El cuerpo y la mente nos están regalando tiempo de ajuste, y es allí donde debemos aprovechar de hacer la mayor cantidad de depósitos en nuestra cuenta emocional.
Es el mejor momento para traer personas y pensamientos positivos a nuestra vida, reconocer nuestros logros y fortalezas. Llenar el tanque del combustible emocional y mental.
Como manejar las emociones
Conforme avanzamos en el tiempo, probablemente unos días o semanas, comienzan a llegar el miedo, la amenaza, el sentimiento de culpa.
Es cuando empezamos a conjugar el verbo que no existe, “si yo hubiera”, surgiendo pensamientos, emociones negativas y oscuras, generando angustia y niveles de ansiedad, que no deseamos tener.
Finalmente cuando caemos en el fondo e iniciamos a ver la luz al final del túnel en la curva del cambio personal, vemos el futuro y a enfocarnos que las cosas sí pueden funcionar.
Es importante hablar con personas que vivieron esos procesos porque pueden entender y empatizar más con lo que estamos viviendo.
Cuando estamos en la transición laboral, nos pueden pasar tres circunstancias de las cuales podemos evadir 2 de las 3, pero por lo menos una de ellas, es imposible.
Conoce un poco más sobre el cambio de Fisher
Sentimiento de negación
El primer escenario es la negación, es decir, es esa sensación o pensamiento engañoso, que nos paraliza hacia la acción de conseguir un empleo.
También puede darse el caso que sigan «bajando las emociones», que sean tan negativas que generan resistencia pasiva, hostilidad, o en otros casos, llegar a la desilusión.
La negación, la desilusión y la hostilidad, son situaciones que pueden ocurrir a lo largo de este proceso de la curva del cambio personal. Es interesante pensarlo, que todo esto suceda, por eso es un proceso y no un evento.
¿Qué puedo entonces hacer?
Traer pensamientos positivos, reconocer y aceptar mis emociones, fortalecer nuestro sistema de apoyo con ayuda de cercanos y muy importante, aceptar que la navegación por esta curva es inevitable.
Así, entender cada etapa y cuál de los tres caminos tomo mis emociones es clave, para así trabajar las mismas en forma eficiente.