Para seguir los pasos para una transición laboral se propone una coreografía de 4 toques, como se define a continuación.

La transición laboral se observa en una coreografía de 4 etapas. Lo primero que se propone que se haga en el inicio de este proceso de transición laboral, es definir el destino que se desea. Esa claridad del destino no tiene que ser obvio para otra persona,  tiene que ser obvio para nosotros mismos, porque debe estar muy vinculado a nuestras verdaderas pasiones, ahora que se tiene la oportunidad de reajustar nuestra brújula, de hacia donde nos queremos mover.

Toque 1: Preguntas que detonan mi destino profesional

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Mi destino profesional
  • ¿Será que es el momento de dictar clases?
  • ¿Iniciar un emprendimiento?
  • ¿Buscar empleo en una industria en particular?
  • ¿Cambiarme o devolverme a mi país?
  • ¿Será que es el momento de maximizar mis conocimientos o cambiar el área de mi formación formal?

Pero la primera pregunta que debe detonar esta reflexión de cuál debe ser mi destino profesional es ¿En donde esta mi pasión?

Porque no hay nada que me mueva mejor laboralmente, que estar en sintonía con el propósito que yo quiero de mi vida profesional y el propósito que tiene mi empleador.

  • ¿Qué tipo de empresa quiero trabajar?
  • ¿A que me quiero dedicar?
  • ¿En qué área debemos estar?

Para iniciar la semana con la energía de querer desafiar mi propio nivel de competencia y mi nivel de desempeño, para trascender en algo que realmente está movido por mi pasión.

  • ¿Qué tipo de trabajo deseo?
  • ¿Como quiero ser reconocido, como quiero ser recordado?
  • ¿Qué historia le quiero contar a mis nietos de mi vida laboral?

La transición laboral es un momento importante para hacer una parada y redefinir el destino.

¿Cómo hago para encaminarme a mi destino siguiendo los pasos para una transición laboral?

Eso puede incluir enlistar las empresas que quiero. ¿Dónde quiero trabajar y porque quiero trabajar ahí?

Toque 2: Mi mejor versión

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Mi mejor versión

Una vez que el destino ha sido definido, debemos de entender cual es el punto de partida. Y ese punto de partida es ¿Cuál es mi mejor versión que va a encajar dentro de ese nuevo destino?

Y cuando hablamos de nuestra mejor versión, hablamos de cuales son las fortalezas, en que somos buenos, porque lo hemos estudiado, vivido y transitado. Por que tengo una propuesta diferencial, es algo que nos habilita de manera diferenciada vs los otros.

Y para poder conocer la mejor versión, debemos conocernos a nosotros mismos. Para lo cual existen muchas herramientas psicométricas, de test, de solicitar retroalimentación, hablar con nuestros amigos, con nuestra pareja, con nuestros hijos, con nuestros padres.

Preguntarles qué creen que mejor hacemos, con nuestros ex jefes, inclusive. Se trata de hacer las preguntas valientes, preguntarle a nuestro entorno laboral ¿Qué creen que debo dejar, comenzar y seguir haciendo? Tomar nota de esas respuestas.

Tener la valentía de enfrentar esa pregunta tan difícil desde el punto de vista emocional, pero que nos va a enriquecer mucho, para entender cuál es la versión de nosotros mismos.

Para poder entender que traemos a la mesa y que no traemos a la mesa, que nos diferencia o que nos distingue y donde nos desempeñamos mejor, es lo que permitirá mucha más asertividad y conexión a dónde queremos llegar, para poder circular en los pasos para la transición laboral.

Toque 3: Estrategia

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Estrategia

Una vez que tenemos el destino claro y entendemos lo que aportamos, en estos dos pasos que ya se han cumplido, no se ha intervenido con el currículum ni tampoco con la activación de la red ¿Cómo vamos a estructurar el currículum sino tenemos claro cuales son mis fortalezas y a donde nos queremos dirigir? ¿Cómo activamos una red si ni siquiera sabemos a quien debemos tocarle la puerta para llegar a donde queremos? 

Muchos de los errores comienzan por la estrategia. Existe una ansiedad muy grande al momento de perder un empleo, el primer impulso es escribir el currículum y enviarlo, no hay nada peor que prostituir el currículum, eso es fatal, la transición laboral es quirúrgica. 

A quien le enviaremos el currículum, debe estar «maquiavélicamente» planeado, porque tiene que estar en congruencia con lo que podamos aportar en esa empresa que va en línea con el destino que yo me quiero plantear.

Pero una vez que tenemos la mejor versión de nosotros mismos, empezamos con una estrategia que tiene tres grandes elementos.

Elementos

  • La propuesta de valor, el currículum vitae, después de las reflexiones y diálogos con nosotros mismos, con apoyo de otros, con un coach, con un amigo, con la pareja; sobre cual es mi propuesta de valor.
  • Identificar cual es mi red profesional, un tip importante es que nuestra red profesional debe ser del doble en número de personas de nuestra edad. Es conveniente registrar en una matriz datos de dichos contactos como: ¿Por qué lo estamos contactando? ¿Cómo lo contacto? ¿Qué hemos hecho con ese contacto? Precisamente con esa red profesional y con ese currículum que está alineado con nuestra mejor versión y apuntado hacia el destino que queremos, es cuando entonces realmente sucede la activación laboral.
  • La narrativa es importante y ahí es cuando un plan de mercadeo es importante, hay muchas vinculaciones como la marca personal, cuales son los atributos que queremos posicionar y cual es el speech que queremos decir, con frases que hemos practicado en la narrativa.

Debemos llevar un control en un registro de a quien le enviamos el currículum, que asunto dejamos pendiente con ese contacto, se le llama una búsqueda de empleo de “office” porque tenemos una matriz en un excel de nuestra red, tenemos un power point para comunicar una narrativa efectiva,  de lo que soy, de lo que puedo ofrecer, del mercadeo de lo que somos nosotros mismos y un procesador de texto para llevar nuestro currículum vitae.

Toque 4: Mi transición personal

Muchos olvidan la última fase de esta coreografía y quizás la más importante ¿Porqué debemos manejar nuestra transición personal? Cuando se pierde el empleo, es como cuando se separa de una relación de pareja o una ruptura y se disparan todas estas emociones de culpa, tristeza, miedos, etc.

Es el momento en que debemos llorar, expresar las emociones, porque debemos tener manejo del cambio. Está muy vinculado a la gestión que hacemos de nuestras energías física, mental, emocional y espiritual. 

¿Cómo hacemos para manejarnos físicamente mejor? ¿Cómo podemos estar en una mejor condición? Esa gestión de mi energía física que no es más que el ejercicio y la manera en que nos alimentamos. Esa energía mental, en donde enfocamos nuestros pensamientos. Esa energía emocional, como nos reconocemos, nos manifestamos y trabajamos nuestras propias emociones que detonan los pasos para una transición laboral. Y como espiritualmente nos anclamos a algo superior, una fe, una esperanza y un estado positivo para transmitir la mejor versión de nosotros mismos. 

¿Cómo podemos lograr un mejor equilibrio de las energías física, mental, emocional y espiritual?

La propuesta de los pasos para una transición laboral, consiste en partir de nuestro destino, trabajar nuestra mejor versión, desarrollar nuestra estrategia y manejar la transición personal.